Los toros en la cultura española: realidad o mito

En todo el mundo se conoce España por su cultura del toreo, muy vinculado a una de las fiestas españolas más internacionales: los Sanfermines (Fiestas de San Fermín).

Estas fiestas se celebran en la ciudad de Pamplona y tienen su origen en la Edad Media. A pesar de ello, no fueron tan famosas fuera de España hasta que el escritor estadounidense Ernest Hemingway les dio difusión en su libro Fiesta. Cada año, más de un millón de personas provenientes de todo el mundo se reúnen en esta ciudad para disfrutar de esta festividad en honor a su patrón: San Fermín.

Los Sanfermines, como la mayoría de celebraciones de España, tienen una base religiosa, pero con el paso de las décadas, cada vez es más difícil distinguir lo puramente religioso de las tradiciones más populares.

Lo más famoso de estas fiestas son los encierros, que consisten en correr delante de una manada de toros en un recorrido de 849 metros por las calles de Pamplona. La carrera termina en la plaza de toros, mismo lugar donde horas más tarde se llevan a cabo las “corridas de toros”.

Entre aquellos que lo consideran un arte y aquellos que lo ven como una crueldad contra los animales, es interesante conocer otras actividades relacionadas con los toros, que no implica la muerte del animal. ¿Conoces alguna?

En primer lugar, tenemos los encierros, es decir, el desafío y la adrenalina que supone correr con toros. En muchos pueblos españoles, los encierros se realizan con vaquillas o novillos que pasean por unas calles delimitadas con vallas, donde la gente puede acceder para intentar llamar su atención y provocar al animal. En estos encierros no se mata al toro ni hay torero, simplemente es una tradición popular para los habitantes de los pueblos.

También están los concursos de recortadores, donde los más valientes se enfrentan a las embestidas de los toros con su cuerpo como única ayuda: realizan piruetas, saltan por encima, esquivan sus cuernos a pocos centímetros y, en definitiva, hacen “recortes” ofreciendo un gran espectáculo. En muchas ocasiones, los recortadores llevan anillas que intentan poner en los cuernos de estos animales.